El Estrés Postraumático (TEPT) aparece cuando una experiencia límite —un accidente, una pérdida repentina, violencia, abuso, una enfermedad grave o cualquier evento que supere la capacidad de afrontamiento— deja una huella profunda en la mente y el cuerpo.
No es “no haberlo superado”, ni “ser débil”. Es una reacción humana a una vivencia que desbordó tus recursos en ese momento.

Como psicólogo sanitario especialista en Estrés Postraumático en Mallorca, acompaño a personas que siguen viviendo en alerta incluso mucho tiempo después del trauma. Y quiero transmitirte algo esencial: el TEPT se puede tratar con eficacia, seguridad y métodos científicamente validados. La recuperación es posible.

¿Qué es el Trastorno de Estrés Postraumático?

El TEPT aparece cuando el sistema nervioso queda “atrapado” en modo supervivencia. Aunque el peligro ya no esté presente, el cuerpo y la mente siguen reaccionando como si lo estuvieran.
Esto genera síntomas que impactan en lo emocional, cognitivo, físico y relacional.

No estás exagerando. No estás “anclado en el pasado”. Tu organismo está intentando protegerte, pero necesita ayuda para volver a la calma.

Síntomas del Estrés Postraumático

Reviviscencias y recuerdos intrusivos

• Flashbacks o imágenes muy vívidas del evento.
• Pesadillas recurrentes.
• Sensación de revivir lo ocurrido como si fuera “aquí y ahora”.

Hiperactivación

• Alerta constante.
• Sobresaltos intensos.
• Problemas de sueño.
• Irritabilidad o estallidos de ira.
• Dificultad para concentrarse.

Evitación

• Evitar lugares, personas o situaciones relacionadas con el trauma.
• Desconectarse emocionalmente para no sentir.
• Necesidad de controlar todos los escenarios posibles.

Cambios emocionales y cognitivos

• Culpa, vergüenza o autocrítica excesiva.
• Sensación de peligro permanente.
• Visión negativa de uno mismo o del mundo.
• Embotamiento emocional o dificultad para disfrutar.

Estos síntomas no son voluntarios. Son reflejos automáticos del sistema nervioso intentando sobrevivir.

¿Cómo tratamos el TEPT? Un enfoque seguro, científico y progresivo

El tratamiento del trauma debe ser respetuoso, cuidadoso y basado en evidencia. En consulta combino Terapia Cognitivo-Conductual centrada en trauma, exposición gradual y segura, y terapias de tercera generación, que ayudan a integrar la experiencia y reducir el sufrimiento.

1. Terapia Cognitivo-Conductual Centrada en el Trauma (TCC-T)

Es uno de los tratamientos más eficaces y validados científicamente.

Trabajamos para:
• Comprender cómo el trauma ha afectado a tus pensamientos, emociones y cuerpo.
• Modificar creencias dañinas (“fue mi culpa”, “no estoy seguro en ningún sitio”).
• Reducir la intensidad de los recuerdos intrusivos.
• Reforzar seguridad interna y autocontrol.
• Recuperar la sensación de dominio sobre tu vida.

2. Exposición progresiva y controlada

No se trata de revivir el trauma sin protección, sino de acercarte poco a poco, acompañado, a los recuerdos o situaciones que hoy te generan miedo.
Esto ayuda a que el cerebro “reaprenda” que el peligro ya no está.

La exposición siempre es:
Segura
Gradual
Controlada
A tu ritmo

3. Terapias de tercera generación: ACT, Mindfulness y regulación emocional

Estas terapias ayudan a reconstruir la relación contigo mismo y con tus emociones.

• Mindfulness para volver al presente sin quedar atrapado en el pasado.
• ACT para reducir la lucha interna y aumentar flexibilidad psicológica.
• Técnicas de autocompasión para sanar culpa, vergüenza y heridas emocionales.
• Estrategias de regulación fisiológica para calmar el sistema de alerta.

El cuerpo también necesita reaprender que está a salvo.

Pasos del proceso terapéutico

1. Evaluación completa y cuidadosa: historia del trauma, síntomas, impacto y recursos actuales.

2. Psicoeducación: entender qué te ocurre y por qué es fundamental para recuperar el control.

3. Plan terapéutico personalizado: siempre adaptado a tu historia y tu ritmo emocional.

4. Trabajo de estabilización emocional: antes de entrar en el trauma, desarrollamos seguridad interna.

5. Exposición gradual y procesamiento del trauma: con acompañamiento constante.

6. Reconstrucción de creencias y autoestima: recuperar sentido de valía, dignidad y control.

7. Prevención de recaídas: herramientas para mantener estabilidad a largo plazo.

Sí, puedes volver a sentirte seguro

El trauma rompe la sensación de seguridad, pero con tratamiento adecuado puede restablecerse.
La vida puede volver a sentirse habitable, tranquila y libre. Muchas personas lo han logrado, y tú también puedes hacerlo.

Si estás listo para iniciar el proceso de sanar lo vivido, estoy aquí para acompañarte.
Pide tu cita y da el primer paso hacia la recuperación emocional y la calma interior.